INFORMATIVO DE LA UNO


LA HISTÓRICA Y DEL CARIBE NORTE DE CARTAGENA ES LA LOCALIDAD UNO. AQUÍ VIVIMOS Y REALIZAMOS NUESTRAS ACTIVIDADES COTIDIANA. AMIGOS Y AMIGAS: SOY UNA MUJER DE LA LOCALIDAD HISTÓRICA Y DEL CARIBE, QUE EL DOMINGO 30 DE OCTUBRE ASPIRA QUE LA APOYES PARA SER ELEGIDA EDIL DE LA JUNTA ADMINISTRADORA LOCAL (JAL). QUIERO TRABAJAR POR TU SEGURIDAD, TRANQUILIDAD, SERVICIOS PÚBLICOS, MOVILIDAD Y LA EQUIDAD SOCIAL DE NUESTRAS FAMILIAS Y NUESTRA LOCALIDAD. APÓYAME CON TU VOTO ESTE DOMINGO 30 DE OCTUBRE.

martes, 28 de junio de 2011

Los Problemas de nuestra Localidad

Las 7 trampas de pobreza de la Cartagena Histórica 

¿Por qué tanta pobreza en medio de tanta opulencia? ¿Qué ha impedido salir a los pobres de Cartagena de su histórica pobreza? ¿Cuáles son las trampas que les impiden salir de ella? ¿Cómo funcionan? ¿Qué hay que hacer para desarmarlas y desatar los nudos que impiden la prosperidad en nuestro territorio?


Social y económicamente, Cartagena es una ciudad de contrastes. Muy cerca de su imponente sector turístico de la península de Bocagrande, el Centro amurallado, Marbella y La Boquilla se enseñorea la pobreza extrema, que atrapa en invisibles trampas a miles de familias cartageneras que difícilmente sobreviven con ingresos que en promedio apenas sobrepasan los 5.000 pesos diarios. En la Localidad Histórica y del Caribe Norte o Localidad Uno, donde se ubican los barrios más prósperos de la ciudad, la pobreza extrema corre paralela por la margen oriental del caño de Juan Angola y trepa por las faldas del Cerro de La Popa en una alocada carrera por el derecho a la vivienda, así sea de alto riesgo. En total los pobres más pobres de esta localidad pueden llegar a los 60 mil, mientras los pobres menos pobres superar los 150 mil. 

En términos generales, la Misión de Pobreza de Naciones Unidas ha identificado 15 trampas de pobreza que impiden a nuestra gente ascender socialmente y vivir más dignamente. De acuerdo con sus afinidades temáticas, las hemos fusionado y reducido a SIETE (7). Muchas de ellas se pueden desarmar con pocos recursos y en el corto  y mediano plazo (de 4 a 8 años), a través de campañas de socialización y sensibilización, donde las propias comunidades pobres juegan un papel importante. Otras requieren mayores recursos y su solución es de mediano y largo plazo (de 8 a 12 o más años). Conoce cuáles afectan nuestra Localidad y qué hacer para desarmarlas.

1.    Trampas Educativas


Esta trampa atrapa al 44% de nuestra población. La generan básicamente tres factores: el bajo nivel educativo; el trabajo infantil y la baja calificación de nuestro recurso humano.

El bajo nivel educativo se produce por la decisión de los padres de no mandar a la escuela a sus hijos o la imposibilidad que tienen de costear gastos inherentes a la educación, como el transporte y la alimentación. Lograr la cobertura educativa universal, erradicar el analfabetismo en mayores y otorgar subsidios de transportes y alimentación para estudiantes pobres, constituyen estrategias que vamos a impulsar para debilitar este problema en nuestro distrito.

Por su parte, el trabajo infantil disminuye las posibilidades de que nuestras familias salgan de la pobreza pues los niños que tienen que trabajar no pueden conseguir la cantidad y la calidad de educación que necesita un adulto para entrar al mercado laboral mejor remunerado. Campañas de concientización y sensibilización como las que nos propones realizar dirigidas a los padres sobre su obligación constitucional y legal de enviar a la escuela a sus hijos, constituyen estrategias efectivas para desarmar esta trampa.

Y la baja calidad de nuestro recurso humano también es una trampa educativa de pobreza pues las empresas no consideran instalarse en las zonas donde no hay capital humano calificado, por las condiciones de pobreza, analfabetismo o bajo nivel educativo. Eso disminuye las posibilidades de desarrollo de esas zonas. Nuestro compromiso es trabajar por fortalecer la educación media técnica y los programas de formación para el trabajo y educación superior técnica y tecnológica en nuestra localidad, para disminuir la incidencia de esta trampa en la situación social de los cartageneros.

2.    Trampas de Salud


Es una trampa que afecta la productividad de los cartageneros y se traduce en la desnutrición y la enfermedad, las altas tasas de mortalidad materna y el embarazo temprano de nuestras adolescentes.

La primera constituye un círculo peligroso pues la desnutrición y la enfermedad desembocan en baja productividad, bajos niveles salariales, mala alimentación y, de nuevo, desnutrición y enfermedad. Programas de atención nutricional a la primera infancia, restaurantes escolares y cobertura universal con oportunidad y calidad del servicio de salud, contribuirán a debilitar las redes de esta trampa y permitir a los cartageneros escapar de ella.

Por su parte, el embarazo temprano de nuestras adolescentes se convierte en una trampa porque cuando una menor de edad queda embarazada generalmente debe abandonar la escuela para cuidar de su hijo. Su proceso escolar se atrasa y, a veces se interrumpe definitivamente, lo que deja como consecuencia un acceso limitado al mercado laboral. Los estudios señalan que los ingresos de una madre adolescente casi siempre están por debajo de la línea de pobreza, lo que repercute en la alimentación y la educación de sus hijos. De esta forma se perpetúa el círculo de pobreza. Con campañas de socialización y sensibilización sobre este problema dirigidas a padres y adolescentes vamos a disminuir sensiblemente esta trampa de pobreza.

3.    Trampas Urbanas


La vivienda en alto riesgo y el confinamiento geográfico en que viven muchas familias cartageneras constituyen una trampa urbana de pobreza.

En el primer caso, las viviendas en alto riesgo se convierten es una trampa ambiental para miles de cartageneros que habitan a orillas de nuestros caños, la falda de La Popa, la Zona Suroriental y Suroccidental de Cartagena y en los corregimientos. La falta de recursos para construir sus casas en terrenos aptos termina exponiendolos a perder lo poco que tienen pues se ven afectados frecuentemente por desastres naturales (inundaciones, derrumbes, etc.) que suelen arrasar con sus pertenencias. Si bien es muy difícil erradicar barrios enteros de su hábitat tradicional y reubicarlos en terrenos de baja vulnerabilidad ambiental, la reubicación de las viviendas en extrema vulnerabilidad y la ejecución del Plan Maestro de Drenajes Pluviales de la ciudad contribuirá a desmontar esta trampa que atrapa en la pobreza a miles de familias cartageneras. 

Por otra parte, aunque parezca mentira, miles de Cartageneros viven prisioneros en sus propios barrios, por la carencia de adecuadas vías de penetración y medios de transporte, que los aísla y empobrece más. Muchos barrios ubicados en las faldas del Cerro de La Popa, las llamadas Zonas Suroriental y Suroccidental y en los corregimientos insulares carecen de una adecuada red vial y de transportes. Esta situación de aislamiento o confinamiento geográfico impide consolidar mercados locales por las dificultades del transporte. Un plan masivo de pavimentación de calles y de provisión de medios de transporte permitirá desembotellar territorialmente estas zonas del distrito y abrirles las puertas de la prosperidad a miles de cartageneros que se encuentran atrapados en esta trampa de pobreza.  

4.    Trampas económico-laborales


La mala calidad de la remuneración salarial, la carencia de capital de trabajo, la falta de información para el empleo, y la falta de identificación constituyen trampas laborales que impiden a miles de cartageneros salir de la pobreza y mejorar sus condiciones de vida.

En efecto, los trabajadores formales cartageneros ganan por remuneración salarial el 20% menos que los de Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla. Asimismo, la carencia de capital de trabajo es otra trampa que impide que los trabajadores informales puedan salir adelante con sus negocios, teniendo que acudir al crédito usurero. La banca de oportunidades, la flexibilización de los requisitos para el otorgamiento de créditos a personas pobres, la asistencia y acompañamiento gerencial inicial y la exoneración temporal del pago de impuesto (ley de formalización y primer empleo) serán estrategias que contribuirán a disminuir la incidencia de esta carencia en la generación de la pobreza en nuestro distrito. 

Por su parte, la falta de información para el empleo es otra trampa pues los pobres de Cartagena no tienen muchas posibilidades de enterarse sobre oportunidades laborales y de negocios. La mayoría de ellos se encuentran vinculados a trabajos extenuantes y mal remunerados porque no saben dónde se encuentran las oportunidades laborales. La conformación e implementación de un Sistema de Información para el Empleo y otro para la Comercialización de Bienes y Servicios, de cobertura distrital y departamental, constituyen propuestas que permitirán a los cartageneros liberarse de esta trampa.  

Finalmente, la falta de identificación hace que muchos cartageneros sean invisibles para el Estado porque ni siquiera tienen registro civil o cédula. Eso les impide acceder al mercado laboral y a todo tipo de servicios sociales, convirtiéndose esa circunstancia en otra trampa de pobreza. Aunque el Distrito y el Ministerio del Interior y de Justicia, con el acompañamiento de la Registraduría Nacional del Estado Civil, han venido realizando desde hace algunos años campañas de registro civil y cedulación, todavía falta un mayor esfuerzo para terminar por desarmar esta trampa. 

7.    Trampas delincuenciales

Históricamente la criminalidad y la corrupción han constituido trampas de pobreza en la ciudad y el Distrito. Como bien lo señala Naciones Unidas, la falta de educación y de oportunidades, el ‘no futuro’ de los jóvenes, son el caldo de cultivo de bandas delincuenciales y grupos al margen de la ley. Sus acciones empobrecen a sus víctimas y a la comunidad en la que viven porque, generalmente, los negocios que funcionan en sus zonas de influencia la abandonan. Luego, cuando esos jóvenes quieren dejar la delincuencia y reintegrarse a la vida normal, se les dificulta enormemente conseguir trabajo por la falta de experiencia en actividades lícitas. Por eso vamos a trabajar para convertir a Cartagena en un territorio de paz y convivencia social, donde los jóvenes encuentren oportunidades de educación y trabajo productivo.

Asimismo, la corrupción que desvía los recursos del Estado para su propio beneficio impide resolver los problemas sociales que incitan la criminalidad. Por eso desde la JAL lucharemos por la transparencia y contra la corrupción en el Distrito con la finalidad de minimizar esta trampa de pobreza y encarrilar a Cartagena y nuestra Localidad por el sendero de la prosperidad social.

¡Derrotar la pobreza sí es posible!


La falsa creencia cultural de que los pobres son pobres porque siempre han sido pobres y lo seguirán siendo es finalmente la peor de todas las trampas de pobreza. Erradicar esa ‘cultura de la pobreza’ y su ideología dominante será nuestra labor como Edil de la Localidad Histórica y del Caribe Norte de Cartagena, para lo cual vamos a trabajar de la mano con el Gobierno Distrital, Departamental y Nacional, de los organismos de Cooperación Nacional e Internacional y de las propias comunidades. Nuestra finalidad misional será: ¡Cartagena Sin Pobreza!

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